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lunes, 18 de mayo de 2009

El lector.

The Reader (2007).
Director: Stephen Daldry.
Guión: Bernhard Schlink (Novel).
Elenco: Kate Winslet.
David Cross.
Ralph Finnes.
Calificación IMDB: 7,7.
Calificación Joni: 7,7 cachorrines.

Interesante peli, más allá de que es una buena historia (aunque bastante dramática) lo que más me impresionó son las actuaciones. Principalmente de Kate que hace un papel jugadísimo y muy difícil desde muchos aspectos, desde enamorarse de un adoslescente siendo ella una mujer madura, a las escenas de desnudo y sexo, hasta terminar haciendo de una mujer en juicio acusada de una masacre en el campo de concentración de Auschwitz. David también actua de manera hermosa, logrando ambos que pudiera meterme en sus vidas, creyendomé cada cosa que les sucede. Por otro lado Ralph Finnes, no tiene mucho tiempo en pantallas y la verdad que no me dejó nada su personaje.
La historia comienza en la actualidad con un Ralph Finnes haciendo de un Michael con unos 40 y tantos años. Separado y con la llegada de su hija con la cual nunca pudo conectar realmente empieza a recordar una historia de su juventud, así es como nos trasportamos a Alemania en el año 1958, dónde un Michael de 15 años (David Cross) vive con su familia, un día se toma el tranvía y se encuentra muy enfermo, se siente muy mal, y así termina sentado, vomitando en la terminal del tranvía, alli se encuentra Hanna, una guarda de la empresa de tranvías que lo ayuda. Enseguida a Michael le gusta, y después de mejorarse la busca para agradecerle...y terminan acostándose. A Michael le encanta y se va todos los días a la casa de ella para tener relaciones sexuales. En éstas visitas, él le empieza a leer libros, ella disfruta mucho de ésto y asó mientras pasa el tiempo se enamoran. Esto dura todo el verano, pero hay algo que a ella le averguenza y con lo que no puede vivir, no sabe leer...pero no lo puede compartir con nadie...y es así que decide irse...Michael se queda anonadado y triste sin entender que pasó o porque ella lo abandona.
Ya en el año 1966, siendo Michael un estudiante en la universidad de leyes, lo invitan a participar como oyente en uno de los juicios más importantes de los últimos tiempos, el juicio a un grupo de personas que trabajaron para la S.S en un campo de concentración de Auschwitz. Acá es cuando se complica, porque uno de los enjuiciados no es otra que Hanna...Michael se ve envuelto en una aborágine de sentimientos cruzados...finalmente tras una jugada los otros implicados intentan hacer que Hanna quede como la principal ejecutora de todo lo ocurrido, y ella nunca se dió ceunta de ésto...porque no sabe ni leer ni escribir...y en vez de aceptar ésto prefiere aceptar toda la culpa, aunqeu no fuera ella realmente la responsable. Entonces Michael se ve envuelto en una dicotomía porque en éste punto se da cuenta de que ella realmente no sabe leer, entonces qué debe hacer, aporta lo que sabe y la ayuda...bueno, es muy interesante lo que termina pasando.
Es una vuelta de tuerca a todas las historias contadas sobre el genocidio, primero porque es una historia de fondo, siendo la historia principal una de amor y de relaciones humanas.
La recomiendo.

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