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miércoles, 7 de mayo de 2008

Le petit Prince


El Principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es un cuento muy famoso del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a 180 lenguas y dialectos. Hasta la fecha vendió más de 50 millones de copiasen el mundo, ubicandoló en el tercer puesto, sólo detras de la Biblia y de "lo que el viento se llevó".

Que libro!!! El año pasado descubrí la magia de esta poderosa obra literaria y desde ese entonces que estoy esperando poder comprarme una edición como la que acabo de adquirir. Tapa dura, hojas plastificadas con dorado, bocetos originales de Saint-exupery...la verdad que se me cae la baba. Pero bueno, primero que nada coy a concordar con jose en una cosa, es un libro q no debe faltar en las bibliotecas...pq? y aca concuerdo con Evulina, tiene una magia especial, además de ser precioso, cada uno le da una interpretación según la etapa de la vida en la que esté, o es más, me atrevo a decir que no sólo según la etapa, sino el momento emocional. Pero creo tb que no sólo se lo interpreta diferente, sino que uno le saca diferente jugo, de repente le gusta otra parte del libro que por ahi antes no le daba bola...y si hay algo q me encanta es preguntarle a la gente cual es su capítulo o parte favorita y el porqué y discutir cada uno pq elige esa parte...

Para mí es un libro especial, hay un capítulo que es mi favorito, que es el el XXI:
Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían
gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el
principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito
igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no
soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces
tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el
mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha
domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se
parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi
vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos
me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y
además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí
algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos
dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un
recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y
conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan
amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de
mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de
malos ent endidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me
sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes
a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se
parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los
jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que
puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo
no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te
domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme
adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han
domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea
podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Yo soy responsable de mi rosa... —repitió el principito a fin de recordarlo.

Realmente me encantó que jose eligiera una frase de este capítulo para firmarme. Para mí este capítulo es el que me convirtió en fanático del libro. Mi historia viene asi, yo lo había leído muy de chiquito (nunca tuve una edición propia) y la verdad q no me acordaba nada del libro, sólo que el principito venía de un planeta chiquitito. El año pasado vino mi primo de Israel que es fana mal, y suele comprarse todas las ediciones internacionales pq las colecciona. El libro estaba a merced mía y me dije: bueno, aprovecho y lo leo, hace tanto q lo leí q la verdad tenía ganas.
Bueno, justo coincidió con que yo estaba hecho mierda pq acababa de cortar con Mariana y cuando leí el capítulo me voló la cabeza...realmente me pegó fuerte, era como tener una epifanía.
Lo leía y cada vez q aparecía rosa, leía mariana en su lugar...y ahi me di cuenta que no todo es blanco y negro...que si mariana iba a estar lejos, en un planeta chiquitito y yo sin poder comunicarme, no importaba, pq yo ya la había domesticado, por lo tanto me pertenecía para siempre, obvio que no de igual manera que cuando salíamos, pero eso me relajó, pq realmente me di cuenta q aunq no la vea más como al zorro, ella siempre iba a estar en mi corazón, pq ella no es una más de las miles de chicas que andan dando vueltas. Esto sumado a la importancia de los amigos que claramente hace referencia, me hizo dar un paso adelante en mi duelo.
Ahora lo que me da tanats ansias de releerlo es q ahora estoy en una situación totalmente diferente, ya tengo re superado el duelo, estoy feliz, motivado, activo, fresco y me intriga ver si este capítulo seguirá siendo el más lindo para mí o si lo interpretaré de otra forma. Aunq lo voy a leer de nuevo, ahora releí este capítulo para postearlo y la verdad que sigo pensando que es hermoso...pienso en todas las personas que domestiqué en estos últimos tiempos y me pone feliz ver como cada día cultivo diferentes amistades, crear y mantener vínculos (como dice el zorro...bueno no por nada en muchas culturas se le otorga al zorro una inteligencia extrema...). Bueno, les prometo que cuando lo vuelva a leer les cuento...y me gustaría que me dejen sus opiniones, y más que nada que me digan que parte les gusta más y el porqué...estaré más que gustoso de leerlo.
Pq yo soy responsable de mis rosas!!!